miércoles, 22 de abril de 2009

CARTA DE UN CERDO



Cerdos, cochinos, puercos, marranos...
después de matarme os laváis las manos.
A mí y a mis padres, primos y hermanos
en jaulas metidos, apretados, hacinados.

Sí, soy un cerdo ¿y qué?
¿Te has parado a pensar quién lo es más?
Me compras y me vendes como si fuera inerte
muchas veces sin verme y sólo me quieres para comerme.

Siento y padezco, pero te da igual
sólo te intereso si mi carne sabe mal
y no te paras a pensar qué diría si hablase,
pues pediría que este crimen se acabase.

Sí, soy un cerdo, un animal,
pero sólo me ves como un esclavo más,
un montón de dinero sucio y cruel
que embolsarte en una ruín cartera de piel.

A docenas en jaulas ridículas
sin atenciones, cuidados o medicinas.
Sin ver el sol, las nubes, el campo o un árbol
sobre cemento nací y crecí, engordé y moriré.

Cerdos, cabrones e hipócritas
os jactáis de decir, contar y gritar
que del cerdo aprovecháis todo absolutamente
y os olvidáis de la inteligencia de nuestra mente.

Sino, ¿cómo explicas tú esto?
Te has quedado frío, tieso, hiniesto...
al leer una poesía escrita por un cerdo,
que no sólo habla, que lo hace en verso.

http://www.youtube.com/watch?v=GVBvI6ZFBtc